Desde que era una niña siento la necesidad de crear diferentes cosas. Antes, juguetes, diseños de pequeñas prendas cosidas a mano e instalaciones de todo tipo. ¡Me encantaba recortar y superponer! Ahora, mis creaciones han adquirido una nueva dimensión, pero sin perder la esencia de la curiosidad e intuición ante la cotidianidad que me rodea. De hecho, la tesis doctoral que estoy desarrollando versa precisamente sobre esta idea del ‘extraordinario cotidiano’, pero en el universo de las redes sociales de Internet.

 

‘Cualquier día puede ser extraordinario, cualquier lugar puede ser taller, pero cualquier mirada no hace extraordinario lo cotidiano.’

 

Lo aparentemente desapercibido se convierte en protagonista en un determinado instante y, cuando se mantiene la magia, para mí ya es objeto de inspiración. De este modo es como nacen mis piezas, desde un detalle, un recuerdo, un gesto…

 

El hecho de experimentar me seduce mucho, y siempre vinculado al concepto de instalación en el que caben múltiples disciplinas. Veo la creación en el campo expandido como ideal. Además, sea cual sea el medio en el que me exprese en un determinado momento, pienso que siempre hay un modo de hacer muy particular. Cada pieza está minuciosamente elaborada y ‘cocinada a fuego lento’. Entiendo que los pequeños detalles y las filigranas son unas de mis principales señas de identidad.

 

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